sábado, 5 de diciembre de 2009

Mi camino en la psicología social

Por: José Luis Cabrera

Recuerdo mucho que el año 1999 cursé en San Marcos una asignatura denominada Psicología de la Familia. El curso pertenecía al área clínica de estudios (la universidad nos brindaba tres opciones y yo había optado por la clínica dejando a un lado la educativa y la organizacional). La nota final del curso provendría de la sustentación de un trabajo de investigación. A mi grupo le tocó el tema: Familia y Pobreza.
Foto: taller de IPSIDE en Coloquio de Psicología
Eran años difíciles por la situación económica de mi familia. Yo me veía obligado a alternar mis estudios con trabajo. Cuando me enteré del tema me entusiasmé al punto que decidí realizar mi primera investigación de campo. Me llamó la atención que una vez conocidos sus temas, la mayoría de mis compañeros (como era usual en aquella época) se zambullera en la biblioteca de la facultad desapareciendo de los estantes los libros que contenían alusiones a la palabra familia. Yo había tomado otra decisión. Provisto de cámara, grabadora y cuaderno de notas enrumbé hacia el sur con destino a uno de los asentamientos humanos de la zona conocida como Lomo de Corvina en Villa el Salvador. Allí pude conocer a familias que sobrevivían con menos de 200 soles mensuales. Me llamaron la atención muchas cosas que después comentaré, entre ellas: la gran cantidad de perros vagando en el arenal; las puertas abiertas, sin llave, como si no existiera el temor a la delincuencia y la cantidad de objetos de reciclaje (cosas que nosotros desechamos) que servían como enceres domésticos (tasitas de diferentes modelos y colores sin asa, por ejemplo).